Las principales dolencias se resumen en las siguientes
Patologías

La ansiedad es el sentimiento normal de temor que todos experimentamos cuando nos enfrentamos a situaciones amenazantes o difíciles.

Nos puede ayudar a evitar situaciones peligrosas, alertándonos y motivándonos para hacer frente a los problemas. Pero si son demasiado fuertes pueden llegar a impedirnos llevar una vida normal: van a alterar nuestros hábitos y comportamientos y a afectar a nuestras relaciones en el trabajo, con la familia, con la pareja...

El trastorno de ansiedad se caracteriza por un estado persistente de preocupación excesiva e inespecífica, presente la mayor parte de los días durante más de seis meses, desencadenado por situaciones estresantes, que genera intenso malestar y disfunción en la persona que lo padece.

Muy a menudo, la ansiedad va acompañada de sentimientos de depresión, asociados a tristeza, a ver el futuro sin esperanza, pérdida de apetito, etc.

Para mejorar el nerviosismo y los síntomas de ansiedad o depresión necesitamos no aislarnos, participar en actividades que nos hagan sentirnos mejor, hacer ejercicio suave y aquellas cosas que nos diviertan.

Las infecciones respiratorias más frecuentes son el catarro común y la gripe, que son infecciones víricas, pero también hay otitis, amigdalitis, sinusitis, faringitis, bronquitis… que pueden ser de origen vírico o bacteriano.

Durante estos procesos infecciosos suele aparecer tos que puede llegar a ser muy intensa. A veces, es una tos que viene del pecho con presencia de mucosidad, es la tos productiva; en otras ocasiones, la tos es seca y se describe como tos persistente y nerviosa.

- La tos blanda o productiva tiene como finalidad la expulsión, mediante la expectoración, de las secreciones acumuladas en las vías respiratorias para no dificultar el paso del aire por ellas, por lo que es un mecanismo de defensa de nuestro organismo. Por eso, el tratamiento de la tos productiva no debe inhibir la tos sino que debe favorecer la hidratación y fluidificación del moco para facilitar su eliminación. La tos productiva se suele acompañar también de congestión nasal y de exceso de mucosidad nasal.

- En la tos seca o irritativa hay un estímulo permanente que se describe como irritación o cosquilleo en la garganta, que provoca la necesidad de toser. Con esta tos no existe expectoración. Y cuando es muy persistente e intensa llega a agotar físicamente a la persona.

En Zabale Belardenda podemos ayudarte en esas fases de crisis respiratoria con tratamientos naturales adaptados a tus necesidades.

Las lesiones de los huesos, los músculos y las articulaciones son muy frecuentes. La primera causa de dolor en España es el de origen osteoarticular o musculoesquelético y supone el 10% de las consultas al médico de atención primaria. Los problemas reumáticos más frecuentes a nivel del aparato locomotor son: el desgaste por el uso y la degeneración por la edad de las articulaciones (artrosis); la inflamación de articulaciones, músculos, tendones y ligamentos (artritis, miositis, tendinitis…); la descalcificación del esqueleto (osteoporosis); el depósito de sustancias en las articulaciones...

El padecimiento de una enfermedad reumática va a suponer para la persona una disminución de la calidad de vida. Por el dolor, sobre todo, y por la pérdida de autonomía para las actividades de la vida diaria, debido a la deformidad, rigidez articular, debilidad muscular, limitación de la movilidad…

En Zabale Belardenda podemos asesorar el tratamiento que pueda aminorar el dolor, ayudar a tu recuperación, retrasar el deterioro oseo natural, etc.

Ayuda a tus huesos, articulaciones, piel y tejido conectivo a mantenerse sanos, hidratados y elásticos con productos naturales que contienen colágeno, antiinflamatorios naturales …en definitiva, tratamientos para una mayor calidad de vida.

¿Por qué es interesante mejorar nuestras defensas? ¿En qué nos va a ayudar?

Cuando comienza el otoño aumentan las infecciones respiratorias, lo que acarrea un montón de molestias e inconvenientes. Lo mejor, sin duda, es evitar la enfermedad, no llegar a padecerla. Para ello, es fundamental reforzar y mejorar nuestro sistema inmunitario, para que sea nuestro propio organismo el que neutralice o elimine la agresión externa y evite la enfermedad. Porque es mejor prevenir que curar. Además, nuestro cuerpo está expuesto a sufrir posibles infecciones durante todo el año, no solo en otoño; por eso tener un buen sistema inmunitario de base garantiza que estemos bien preparados en cualquier momento, para afrontar cualquier agresión.

Se ha comprobado que llevar una dieta poco equilibrada, llevar una vida sedentaria, dormir pocas horas, sufrir de estrés y ansiedad….Inhibe el sistema inmunitario y disminuye las defensas.

Por eso, para mejorar nuestras defensa hay que tener en cuenta algunos pilares básicos: mejorar la alimentación, hacer ejercicio físico de forma regular, tener un sueño reparador, evitar el estrés y la ansiedad, tomar complementos con actividad inmunológica: hongos, probioticos, propóleo, echinacea, vitamina C…